24 de Mayo: 50 años del vuelo de Scott Carpenter

Ayer se conmemoró el 50 aniversario del vuelo de Scott Carpenter, segundo estadounidense en salir a la órbita, cuarto incluyendo los saltos suborbitales de A. Shepard y V. Grissom.

Emblema conmemorativo de la misión. Crédito NASA

El vuelo Mercury Aurora-7 en un principio se iba a llamar Delta-7 e iba a estar pilotado por "Deke" Slayton con W. Schirra de suplente... hasta que debido a unos "latidos irregulares" que le fueron descubiertos a Slayton (y algo de castigo a los insolentes nuevos héroes que eran los 7 del Mercury), este fue apeado de la Mercury para darle el vuelo a... Carpenter y no a Schirra (suplente de Slayton), debido a que el vuelo era una repetición del que había hecho Glenn (tres órbitas) y cuyo reserva había sido Carpenter que tenía reciente y bien entrenado el vuelo.

Glenn (izda.) junto a Carpenter. Compañeros y muy amigos. Crédito de la foto: NASA

Aunque el vuelo no era exactamente igual. De los "7 primeros" Carpenter fue definido como el "astronauta filósofo", el astronauta al que el espacio le atraía en más formas que el sólo reto de lograr poner un humano en el espacio. Fué el primer astronauta-científico por vocación, no por selección. Así aunque su vuelo parecía una repetición del anterior, la NASA, para mayor disfrute de Scott, había planeado un buen número de divertimentos experimentos para el astronauta: un globo multicolor inflable en el exterior de la nave, realización de fotografías, localización de estrellas y medición de brillo de las mismas, observaciones de la afectación de los movimientos del astronauta sobre la trayectoria de la nave...

Vídeo de la misión. Canal de 1957x

El vuelo despegó a las 12:45 UTC sin mayores contratiempos, alcanzando la órbita planeada, tras lo cual Carpenter comenzó con su plan de vuelo. Desde el primer momento los experimentos empezaron a ir retrasando el plan. No era los mismo los ensayos en Tierra que en ingravidez, dentro de la exigua nave y vestido con el traje espacial (que no cesó de dar problemas de temperatura interior) y los voluminosos guantes que dificultaban las operaciones con cámaras o experimentos. El globo fracasó en su inflado, haciendolo parcialmente, y aunque Carpenter intentó llevar todo a cabo el plan este no fue completado en su totalidad. Uno de los "exitos" en los experimentos fue descubrir las famosas "luciernagas" -fireflies- de J. Glenn, solo eran cristales de hielo en el exterior de la nave que al moverse esta se desprendían. Por si todo esto fuera poco, además tuvo problemas con el Sistema de Control y Estabilización -ASCS- (automatic stabilization and control system) de su Mercury, lo que hizo que tuviera problemas de grave consumo de combustible de maniobra, haciendo que parte del vuelo se desarrollara en manual y dejando la nave seguir el rumbo que la mecánica orbital le dictara. En un principio hasta se plantearon acortar el vuelo en una órbita para evitar riesgos.

Carpenter fue muy criticado por la gestión de su vuelo. Llegado el momento de la reentrada se dijo que estaba distraido y la comenzó tarde. Él mantiene que llegada la cuenta atrás a cero los retropropulsores no se encendieron y que él los pulsó manualmente, ligero retraso en el tiempo que a esas velocidades llevó a un amerizaje en un punto 400 kilómetros al Este de lo inicialmente previsto. Durante la reentrada Carpenter fue registrando sus impresiones en el grabador de a bordo, y no mostrando ningún pánico (ni chillando, como leí en un ¿libro? de un conocido ¿divulgador?). La duración del vuelo fue de 4 horas y 56 minutos.

Mientras en la NASA sí que había pánico. En algunos mentideros periodísticos se hablaba de que "habían perdido un astronauta". La red de comunicaciones en 1962 no era suficientemente capaz como para contactar con una nave fuera del punto de aterrizaje previsto. Los aviones y helicópteros le estaban buscando en el Océano Atlántico. Mientras, Carpenter, un extraordinario atleta y experto submarinista se encontraba, nunca mejor dicho, "como pez en el agua". Siguiendo lo aprendido en el entrenamiento salió al exterior por el cuello de su cápsula (en lugar de por la escotilla lateral, para evitar que le entrase agua y se hundiese como la de Grissom), desplegó una balsa inflable, subió a ella, la ató al collar de flotación de su nave y se dispuso a esperar al rescate.

Carpenter en un entrenamiento saliendo por el cuello de la parte superior de la nave Mercury. Imagen NASA

Cuando divisó al primer avión de rescate, le hizo señales con un espejo de mano para facilitar su localización. Poco después vinieron más aviones que lanzaron a dos submarinistas para asegurar una mejor flotación a la nave y para comprobar el estado del astronauta. Scott les recibió con una sonrisa y les ofreció comida de su kit de supervivencia.

Tras el rescate, hablando con el presidente Kennedy. NASA

En control de misión una vez respiraron aliviados por el hecho del exitoso regreso, dicen que se oyó al controlador jefe de misión Chris Kraft decir que ese astronauta nunca más volaría para la NASA. De hecho fue desplazado a otras tareas en la NASA, supervisando diseños, o participando en el programa SEALAB de la Marina, pero nunca más fue incluido por Slayton en otra tripulación a sabiendas de que sería vetado.

Alguna vez se dijo que al espacio deberían ir los poetas porque serían quien mejor transmitirían la belleza allí observada. Carpenter fue lo más próximo a ellos que voló durante la carrera espacial, por el bando americano.

Para leer más:
Más información sobre el vuelo de S.Carpenter (en inglés)
El vuelo en la página del KSC (en inglés)