Sí que sabrías porque lo habrías entrenado. Si en el lanzamiento de un transbordador espacial, surgiera una situación de emergencia en la plataforma de lanzamiento y hubiera que abandonar el shuttle, los astronautas tienen unas maniobras bien ensayadas.
Tras la apertura de escotilla, saldrían a la estructura fija de servicio en la plataforma, donde tienen instaladas unas cestas y unas tirolinas, en inglés “slidewire baskets” que les permiten deslizarse hasta el suelo, 1200 pies hacia el Oeste de la plataforma.
Allí disponen de bunkers para guarecerse y también disponen de un vehículo blindado M-113 que les permite estar resguardados, y para el que han entrenado en su conducción.
Nunca ha sido usado salvo en los entrenamientos, y esperemos que no haga falta en los cinco vuelos que faltan. Imaginad el infierno que se desataría en caso de explosión, y los destrozos que ocasionaría al Pad 39A, el único disponible hoy para los transbordadores, ya que el 39B fue adaptado para lanzar el cohete Ares I-x del programa Constellation.
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