Se cumplen en estas fechas 50 años del viaje a la Luna de la misión Apollo 14, la cuarta con destino a la Luna, y la tercera que alunizó, concretamente en la región de Fra Mauro, el destino de la Apollo 13. Tras un periodo de investigación de lo sucedido con el accidente de la misión anterior, y la posterior aplicación de soluciones -que os conté en este post- para que no volviese a producirse, el 31 de enero de 1971 despegaron hacia la Luna. Los astronautas a bordo eran Alan B. Shepard, comandante, que voló la primera misión tripulada estadounidense, con solo 15 minutos de experiencia espacial, Edgar Mitchell, piloto del módulo lunar, y Stuart Roosa, piloto del módulo de mando, estos dos últimos novatos en el espacio. Su reservas respectivos eran Eugene Cernan, Joseph Engle y Ron Evans; siguiendo la rotación ellos volarían a la Luna tres misiones despues. Te preguntarás, ¿ y los árboles como los metieron? Sigue leyendo, al final del post te lo cuento.
Mitchell, Shepard y Roosa, posando con el emblema de misión detrás. NASA
Tras el susto de Apollo 13, la misión fue un éxito, no sin algún sobresalto. Antes de entrar en la órbita lunar, en el momento de unir el CSM con el Módulo Lunar tuvieron problemas con la sonda de atraque y no conseguían un acoplamiento firme. Sin poder unirse, Apollo no bajaría a la superficie de Luna; sin embargo tras varios intentos, lograron el acoplamiento, y no volvería a repetirse el problema durante la misión. El segundo problema grave que surgió en la misión fue un problema con el radar de altitud del LM que no lograba fijar con la superficie privándoles de ese importante dato justo en el momento del alunizaje. Se trataba de un problema de sofware que se resolvió reiniciándolo.
El 5 de febrero, Shepard y Mitchell se convirtieron en el quitno y sexto hombres que pisaron la Luna. Durante su estancia realizaron dos EVAs lunares durante las cuales recogieron muestras lunares de zonas geológicamente interesantes, hallando allí una roca de origen terrestre, mucho más antigua que cualquiera de las aqui halladas.
Dibujo que recrea un paseo lunar en Fra Mauro. NASA
Para ayudar a los astronautas, la NASA desarrolló un carrito de dos ruedas, llamado MET, para transportar los equipos que debían instalar por la superficie. Aunque bien pensado, los astronautas no lo hallaron útil, desplanzándose por la superficie a saltitos sujetándo por los lados el MET entre los dos.
Despiece del MET. NASA
También se permitieron alguna actividad lunar no programada, ya que Shepard, amante del golf, se hizo confeccionar una cabeza de hierro 6, que luego acopló al final de una herramienta de excavación lunar, y lanzó dos bolas hacia el horizonte, convirtiéndose en el primer humano en jugar golf en la Luna. Yo no he jugado al golf, pero por la superficie en la que estaba la bola, ¿no hubiera sido mejor un Sand Wedge?
¿Y los árboles?
Stu Roosa antes de hacerse piloto había pertenecido a los "saltadores de humo", unos bomberos de respuesta inmediata en fuegos en la naturaleza. Como amante de esta le fue ofrecido el transportar semillas de árboles en su Estuche de Objetos Personales -Personal Preference Kits-. A Roosa le encantó la idea y en un tubo metálico de 15x8 cms. transportó entre 400 y 500 semillas de Secuoyas, Pinos, Sicomoros, Abetos y Robles. El experimento, además de la primicia, iba a permitir realizar estudios genéticos sobre ellas, pues procedían del Servicio Forestal estadounidense y eran semillas cuyos progenitores eran conocidos. Mientras Shepard y Mitchell paseaban por la luna, las semillas orbitaban nuestro satélite junto a Roosa.
Tras regresar a tierra las semillas fueron devueltas al Servicio Forestal estadounidense el cual las hizo germinar dando origen a los llamados "árboles lunares". Posteriormente fueron repartidos por todo EE.UU. y algunos otros países del mundo, si bien no hay un registro exhaustivo de todos ellos, aunque se pretende recoger en esta web de la NASA los que se identifiquen.
Los árboles crecieron normalmente, algunos ya murieron, y se reprodujeron con normalidad. Si todos los astronautas que pisaron la luna murieran, sin que hubiéramos regresado a la luna, estos árboles serían los últimos seres vivos que viajaron con el programa Apollo.
El 9 de febrero de 1971, Apollo 14 amerizó en el Pacífico sur, recobrando con su éxito toda la credibilidad del programa Apollo. A bordo los tres astronautas, todas las semillas y... no poseo certeza sobre el destino del palo de golf.
Canal de Airboyd
Para leer más:
-Apollo 14 en Mr.Gorsky
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¡Fantástico resumen de aquella mítica misión!
ResponderEliminarEfectivamente, hubiera sido mejor haber utilizado un sand wedge, el palo ideal para las salidas de los bunkers de arena.. :-)
En su día investigué y escribí un artículo donde contaba con más detalle la anécdota del golf en la Luna. Para mi, la mejor anécdota de todas las ocurridas allí y que definen al Homo sapiens perfectamente. :-)
Un abrazo.
Gracias, Mr. Gorsky
ResponderEliminarTiene más valor viniendo de tí que eres un auténtico Apollo-Master
Gracias por pasar y comentar.
A mis lectores, decirles que tienen el blog de Mr. Gorsky en "Mi lista de blogs" en la columna izquierda.
Lo del golf fue una muestra de un show innecesario en una misión con pretensiones científicas. Shepard sabía jugar al golf muy bien y había estudiado concienzudamente como golpear la pelota y su trayectoria. Siempre me pregunté que habría sucedido si por un -improbable?- error la pelota hubiese impactado en el ML. Una fanfarronada, vamos.
ResponderEliminarPerdona que no haya salido antes tu comentario, Bruno. MrGoogle lo dejó retenido y no me avisó.
ResponderEliminarSupongo que lanzaría en dirección contraria a donde se hallaba el LEM, y sin ningún obstáculo que pudiera hacer regresar a la bola...
Ahora, ¿te imaginas que con esos pedazo guantes EVA se le escapara el palo hacia atrás? :-O
Gracias por pasar y comentar.