Por supuesto nadie deseaba que esto ocurriera, pero por otra parte los pilotos del Modulo de Mando Apollo estaban entrenados para salir de la órbita lunar y regresar solos a la tierra.
La NASA siempre pendiente de los detalles, tenía preparado qué hacer en caso de desastre y había redactada una carta dirigida a toda la humanidad, para despedir a los astronautas que quedaban aislados y condenados a muerte en la Luna.
Imagen del funeral de Neil Armstrong en 2012. Crédito NASA
La carta es atribuida en su redacción a William Safire, escritor y periodista, y que redactaba discursos para Richard Nixon, quien sería el encargado de leerla. La carta decía así:
"El destino ha ordenado que los hombres que fueron a la luna a explorar en paz permanezcan en la luna para descansar en paz. Estos hombres valientes, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no hay esperanza para su recuperación. Pero también saben que hay esperanza para la humanidad en su sacrificio.
"Estos dos hombres están dejando sus vidas en el objetivo más noble de la humanidad: la búsqueda de la verdad y el entendimiento. Serán llorados por sus familiares y amigos; serán llorados por su nación; serán llorados por la gente del mundo"; serán llorados por una Madre Tierra que se atrevió a enviar a dos de sus hijos a lo desconocido.
"En su exploración, animaron a la gente del mundo a sentirse como uno; en su sacrificio, atan más estrechamente la hermandad del hombre. En la antigüedad, los hombres miraban las estrellas y veían a sus héroes en las constelaciones. En los tiempos modernos, hacemos lo mismo, pero nuestros héroes son hombres épicos de carne y hueso.
"Otros les seguirán, y seguramente encontrarán su camino a casa. La búsqueda del hombre no será negada. Pero estos hombres fueron los primeros, y seguirán siendo los primeros en nuestros corazones".
"Por cada ser humano que mire a la luna en las noches venideras, sabrá que hay un rincón de otro mundo que es para siempre de la humanidad".
Al parecer, tras la lectura, habría una breve ceremonia a cargo de un clérigo que encomendaría sus almas, y los astronautas cerrarían las comunicaciones con el Control de la Misión. Atrapados en la Luna, morirían por asfixia al acabárseles el oxígeno disponible.
Afortunadamente, esta carta nunca sería necesaria en el programa Apollo.
Nota del autor:
- Este post forma parte de una serie de entradas diarias que se publicarán durante cada uno de los días que duró el vuelo Apollo-11 hace 50 años. Os espero mañana...
- Sigue el aniversario en twitter: @Apollo 50th
- Sigue la misión en Tiempo Real
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